jueves, 27 de febrero de 2014

Las mujeres-muñeca

No existe una forma más eficaz de control que convencernos de las bondades de ser funcionales al sistema. Un sistema que, como mujeres, nos objetualiza y discrimina. Y es que en la actualidad, la desigualdad juega a disfrazarse y se nos vende como deseo. Si lo has elegido voluntariamente, ¿de qué te quejas?
El espejismo de la igualdad se convierte así en una verdad irrebatible. No es extraño que cuando surgen manifestaciones de desigualdad, en el ámbito laboral o en las relaciones afectivas, la gente no entienda cuál es su causa y cueste tanto explicitar lo obvio: su carácter estructural.

Las niñas desde su infancia no solo juegan con muñecas: se transforman en muñecas. Unas muñecas cada vez más hipersexualizadas, de forma que ser una Lolita se convierte en un "deporte", en el que se nos socializa. Pero no nos engañemos, este modelo está destinado a complacer a los hombres y limita nuestro potencial como seres humanos.
Sabemos que la  mayoría de las mujeres y algún que otro hombre han jugado con muñecas. No tiene nada de malo en sí mismo jugar a ser una persona adulta, salvo  por el hecho de que suele ser expresión de una drástica división de roles, de lo que se considera propio de "lo femenino" como opuesto y excluyente de lo "masculino" : gustar a los demás, ser atractiva, amada... Una norma que se nos graba a fuego y que nos influye y condiciona en distinta medida, en función de nuestros modelos de referencia y experiencias vitales. El problema se agrava  por el elevado grado de identificación de las niñas con las muñecas en la actualidad: se visten como ellas, se disfrazan de sus princesas-muñecas favoritas, siguen como fans a otras niñas "muñequizadas" en la televisión y en Internet... Se acostumbran, en definitiva, a "normalizar" esa conversión en objetos...sexuales.
Las niñas crecen y se convierten en adolescentes listas para "su consumo" en Internet. Las redes sociales nos ofrecen  numerosos ejemplos de chicas-muñeca, orgullosas de mostrar su parecido con Barbie... Son los iconos de una belleza imposible, artificial, vacía. Se nos muestran como "apariencia" sin más; no tienen opinión de nada, solo dan consejos a otras chicas para que puedan reproducir  también ese ritual de cosificación. Esa es precisamente una de sus ventajas, lo ornamental no molesta ni incomoda porque es un mero telón de fondo.
Estos modelos sociales no son algo extraño al sistema sino al contrario: existen porque gustan, porque encajan en la sociedad. De hecho, sus seguidores y seguidoras en la red son muchísimos. 
Todo por la popularidad, porque la popularidad es "éxito", aunque te vuelvas de plástico y tu vida no sea tuya... ¿ésta es la sociedad que queremos construir? ¿ese va a ser nuestro legado a las nuevas generaciones? ¿O podemos plantear otras posibilidades desde la educación?


Tenemos que reflexionar sobre estas formas de control, alguien tiene que decir a "la emperadora" que le han vendido un espejismo y que reaccione, porque no es una "cosa" "que se vende", sino un ser humano valioso: con vida y voz propias.

Niñas hipersexualizadas como "modelos" publicitarias de ropa

Jugando a identificarse "con"...

Dakota Koti con miles de seguidores en la red se dedica a enseñar a otras niñas como convertirse en Barbies
No se sabe si es menor de edad o tiene ya los 18.

Valerie Lukyanova. Sus medidas distan demasiado de lo que es un cuerpo saludable

martes, 18 de febrero de 2014

Documental Odisea- Víctimas del Facebook

Chequea tu relación afectiva: "App. Enrédate sin machismo" del Cabildo de Tenerife

A veces no sabemos qué pasa en la relación, pero algo nos hace sentir mal de forma crónica, nos genera inseguridad, nos limita... No se trata de un día malo, se vuelve algo habitual y lo excepcional parece ser estar a gusto, sentirse a salvo, experimentar amor...
La violencia de género es un proceso gradual,  el agresor suele ir poco a poco tomando el terreno y hay que permanecer alerta a esas señales que nos avisan de que una relación afectiva empieza a ser tóxica, como factor de riesgo de episodios violentos más explícitos y graves.
Porque, ¿para qué queremos una relación si no nos hace sentir bien? ¿No nos merecemos algo mejor?
Además, con gente estupenda al lado: tu grupo de amigas y amigos, la gente de la clase, con tus aficiones, la Red... hay tantas formas de pasarlo bien sin necesidad de tener pareja, que debemos querernos un poquito más y elegir aquello que nos alegra la vida por las mañanas.
Mira, con una relación abusiva pasa como cuando estás ante una escalera muy alta, cuando estás abajo del todo parece imposible llegar a arriba y tampoco parece importante subir un escalón más. Pero cada escalón te pone más cerca de la cima, cada escalón importa porque expone tu integridad y tu bienestar; porque tú eres importante.
Para saber en qué punto estás, te sugiero un juego, métete en este enlace del Cabildo de Tenerife:
App. Enrédate sin machismo




Si consigues desbloquear los tres niveles de dificultad, comprobarás que eres una tía o un tío que tiene las cosas claras en sus relaciones. Si descubres que esa relación en la que estás no está siendo constructiva... darte cuenta será el primer paso para romper esa pareja y estar bien, o para plantearte unas relaciones más gratificantes sin necesidad de ejercer control sobre nadie, con el orgullo de tener cerca a alguien desde la libertad y no desde la dependencia. ¡Bienvenidx a la igualdad!

Cómic: No te enredes

Porque a menudo una imagen vale más que mil palabras, os sugiero como propuesta pedagógica la lectura de este cómic. Las ilustraciones de Amaia Ballesteros son estupendas, muy frescas, muy cercanas a la realidad de chicas y chicos.
La historia está muy bien planteada y permite identificar comportamientos sexistas y prevenir la violencia de género en las redes sociales. Y es que no se trata de meterles miedo, sino de que reaccionen ante ese falso espejismo de la igualdad en el que a menudo vivimos y en su lugar, busquen relaciones que les hagan sentir bien.




http://www.interior.ejgv.euskadi.net/r42-4100/es/contenidos/informacion/ez_isildu/es_10/adjuntos/r42-vg-ezisildu_comic3_es.pdf

¿Qué pasa con las autofotos?

Las redes sociales abren todo un universo de oportunidades a preadolescentes y adolescentes: contribuyen a su alfabetización digital, constituyen un nuevo espacio de relaciones, comunicación  y entretenimiento, se convierten en un canal de participación social a través del ciberactivismo...  Pero como cualquier ámbito de la vida social, no son ajenas al sexismo y es necesario aprender a mirarlas de forma crítica.

La sociedad de la información ha supuesto toda una revolución en su forma de vivir y experimentar lo que es su vida íntima. Las fronteras entre lo privado y lo público se diluyen. Las chicas, socializadas en la idealización de la vida afectiva, desean gustar y no dudan en hacerse autofotos sin apenas ropa y en poses eróticas, como una vía "normalizada" de ser aceptadas por el grupo, de ser populares, de encajar... Es un nueva forma para expresar esa búsqueda de la propia identidad que todas las personas experimentamos en esa edad, pero es una vía atravesada por la desigualdad, que puede tener un precio muy alto en la imagen de las chicas,  por la capacidad de difusión que tiene Internet. Las chicas pueden verse expuestas a comentarios sexistas y diversas formas de acoso y extorsión en la red, y en todo caso, la presión social sobre sus cuerpos puede llegar a ser insostenible.

Los chicos también se hacen fotos parecidas, pero distintas investigaciones han puesto de manifiesto que la exposición de su intimidad es mucho menor y que su valía social no se hace depender de una forma tan abrumadora de su aspecto físico.

Las chicas a veces dedican la autofoto a una amiga como señal de complicidad, a su novio, a un colega de clase... la cuestión es ¿qué pasa si se difunde? ¿A quién llega exactamente esa foto?¿Sigue o no en juego la doble moral sexual, que hará que las chicas sean sancionadas por el grupo de forma más dura? ¿Qué sucede cuando existe un conflicto con esa amiga o colega? ¿Puede convertirse esa imagen en una nueva vía de control en el ámbito de la violencia de género? ¿Puede ser utilizada para descalificarla ahora o meses después?

Y, ¿qué ocurre cuando esa foto es objeto de críticas sobre el aspecto físico de la chica en cuestión o de burlas, porque tiene unos kilos de más, está mal depilada o un largo etcétera? ¿Qué impacto pueden tener esa difusión inmediata, compulsiva y anónima de las descalificaciones en la autoestima de una menor que está forjando su identidad?

La comunidad educativa no puede quedarse al margen, debe conocer la realidad de su alumnado y servirles de apoyo, orientarles, en este nuevo espacio virtual en el que se desenvuelven sus 
vidas. Para ello es fundamental que desarrollen sus habilidades digitales.

Es necesario además, que intentemos hacerles entender que las mujeres somos mucho más que cuerpos, que nuestra vida y decisiones merecen un respeto. Y que por encima de la popularidad está su propia autovaloración y el derecho a imponer los propios límites.


Presión del grupo para lograr la popularidad, que tiene un importante peso en la toma de decisiones de las chicas

El movimiento sufragista inglés y los colores del blog

Hay lecciones de historia que no deberíamos perdernos nunca y que lamentablemente suelen ignorarse en los libros de texto. Este es el caso del movimiento social sufragista.
Hoy hablaremos del Sufragismo Inglés.
En Inglaterra, el sufragismo se inspiró en la Convención de Séneca Falls y en la teoría política liberal del filósofo John Stuart Mill y de su esposa Harriet Taylor. En  La sujeción de la mujer (1869), Mill reclamaba el derecho al voto de las mujeres y su acceso a cargos públicos, también denunciaba la situación de malos tratos que sufrían muchas proletarias a manos de sus maridos... Fijaos que hay quien cree que la violencia de género es un problema de nuestro tiempo, ignorando que hasta pensadores como Mill denunciaron su existencia. 
El Parlamento Inglés consideró que la petición del voto femenino era pretenciosa y excesiva, de forma que fue objeto de las burlas e indiferencia de la mayor parte de los políticos. Fue entonces cuando el movimiento sufragista apostó por estrategias más contundentes para defender su causa. Las Constitucionalistas (NUWSS)  y las Militantes (WSPU) se plantearon a su vez, vías distintas para avanzar por el camino de la igualdad.
Las Constitucionalistas,  con figuras como Millicent Garret Fawcet al frente, se caracterizaban por la democracia  de su organización, que estaba compuesta por mujeres y también por algunos hombres. Planteaban una lucha moderada, con mítines callejeros, escuelas de oratoria para las mujeres, peticiones al Parlamento...
Las Militantes estaban encabezadas por Emmeline Goulden Pankhurst y sus hijas Christabel, Silvia y Adele. Juntas estuvieron al frente de procesiones realmente multitudinarias, dirigieron el periódico Votes for Woman y contaron con toda una campaña de marketing que dirigía Christabel: diseñando carteles, panfletos y estandartes que sus compañeras bordaban en los colores blanco, verde y púrpura. 
El blanco por la pureza, el verde por la esperanza y el púrpura por la dignidad de las mujeres...  Los mismos colores que presiden este blog, porque como nos recuerda Amelia Valcárcel cada cosa que nos parece de sentido común ha sido el resultado de muchos esfuerzos y luchas para conseguirla y queremos seguir sus pasos.